El joven de 26 años que fue detenido como presunto autor material del crimen del mecánico Raúl Rosner Moriñigo (60) se negó a declarar ayer ante el fiscal que investiga la causa, Fernando Cartasegna. Los cargos que enfrenta son gravísimos: “homicidio en ocasión de robo criminis causa (matar para lograr la impunidad) y tentativa de homicido en ocasión de robo”, por la agresión al amigo de la víctima. Mientras los pesquisas siguen analizando algunas evidencias, como huellas dactilares, cotejo de sangre y entrecruzamiento de llamados, se mantiene la búsqueda del otro joven que -de acuerdo a la investigación- había entrado hace una semana en el taller de 7, 80 y 81, con el dato de que el mecánico tenía casi 200 mil pesos para comprar un terreno. Pero la víctima no guardaba esa suma en el local (donde además vivía) y debieron conformarse con los 5.000 que llevaba encima el amigo de Rosner Moriñigo, Carlos Benítez.
A este le dieron varios culatazos y le gatillaron tres veces, además de forcejear con el mecánico, al que mataron de un disparo en el abdomen. Uno de los agresores habría recibido un tiro en una pierna, por lo que las sábanas con sangre halladas en la casa de uno de los sospechosos, es una evidencia relevante. Para el joven que aún no fue localizado el fiscal ya pidió la orden de detención, lo que debe ser resuelto por el juez César Melazo. También está bajo análisis si el hecho fue planeado y ejecutado sólo por los dos hombres que entraron en el local, o si contaron con el apoyo de alguien más. Lo que se sabe hasta ahora es que llegaron al lugar y se fueron de allí en un remís Chevrolet Corsa de color blanco, pero resta determinar si el chofer sabía a lo que habían ido, o los condujo como simples pasajeros.
También buscan aclarar cómo obtuvieron los criminales el dato de la compra del terreno, operación que debía concretarse el martes pasado. En la escena se secuestraron varios elementos importantes, como una pistola Bersa calibre 9 milímetros que se le cayó a uno de los homicidas, un buzo negro y un teléfono celular que supuestamente pertenece al joven que fue detenido el jueves cuando iba a entregarse en los tribunales de 7, 56 y 57.
Bajo la instrucción de Cartasegna, la investigación está a cargo de la comisaría Octava, la DDI La Plata y la Distrital Villa Elvira. El hecho ocurrió a eso de las 2 de la tarde del sábado, cuando Rosner Moriñigo y Benítez fueron atacados por ladrones, ambos armados con pistolas 9 milímetros. Por los mensajes de texto obtenidos en la causa, los delincuentes fueron con un dato firme y dispuestos a todo.
A este le dieron varios culatazos y le gatillaron tres veces, además de forcejear con el mecánico, al que mataron de un disparo en el abdomen. Uno de los agresores habría recibido un tiro en una pierna, por lo que las sábanas con sangre halladas en la casa de uno de los sospechosos, es una evidencia relevante. Para el joven que aún no fue localizado el fiscal ya pidió la orden de detención, lo que debe ser resuelto por el juez César Melazo. También está bajo análisis si el hecho fue planeado y ejecutado sólo por los dos hombres que entraron en el local, o si contaron con el apoyo de alguien más. Lo que se sabe hasta ahora es que llegaron al lugar y se fueron de allí en un remís Chevrolet Corsa de color blanco, pero resta determinar si el chofer sabía a lo que habían ido, o los condujo como simples pasajeros.
También buscan aclarar cómo obtuvieron los criminales el dato de la compra del terreno, operación que debía concretarse el martes pasado. En la escena se secuestraron varios elementos importantes, como una pistola Bersa calibre 9 milímetros que se le cayó a uno de los homicidas, un buzo negro y un teléfono celular que supuestamente pertenece al joven que fue detenido el jueves cuando iba a entregarse en los tribunales de 7, 56 y 57.
Bajo la instrucción de Cartasegna, la investigación está a cargo de la comisaría Octava, la DDI La Plata y la Distrital Villa Elvira. El hecho ocurrió a eso de las 2 de la tarde del sábado, cuando Rosner Moriñigo y Benítez fueron atacados por ladrones, ambos armados con pistolas 9 milímetros. Por los mensajes de texto obtenidos en la causa, los delincuentes fueron con un dato firme y dispuestos a todo.