Accesos anegados, calles intransitables y la caída de algunas ramas fueron ayer las principales consecuencias de la tormenta que cubrió la Región durante toda la jornada. El temporal combinó chaparrones intensos con lloviznas y vientos fríos que rotaron entre el sur y el este, descargando una treintena de milímetros de precipitaciones y complicando un panorama que a partir de hoy mejorará paulatinamente, aunque no descartan nuevas lluvias.
El impacto se sintió con fuerza en sectores de Berisso, Villa Elvira, Tolosa, Lisandro Olmos y Aeropuerto. En ese contexto, la rotonda René Favaloro, ubicada a la altura de avenida del Petróleo -60- y 150, quedó bajo el agua; vecinos de 49 entre 205 y 206 aseguraron que “el agua llegó a las veredas, y hubo gente grande que se cayó y lastimó”; y en Parque Sicardi, el barro impidió que muchos residentes llevaran a los chicos a la escuela y llegaran a tiempo a sus trabajos. Desde 16 y 522, Silvina y Carlos Borgini aseguraron que “el año pasado, en mayo, el municipio ‘arregló’ la calle y lo único que logró fue provocar inundaciones que tardan cuatro o cinco días en secarse cada vez que llueve”. “Modificaron la altura de la calle para tratar de llevar el agua a 521 y 17, donde hay un desagüe hasta el arroyo El Gato” recordó Carlos Borgini: “pero calcularon mal y les quedó una hondonada que se llena de agua en media hora. Claramente quedó peor de lo que estaba”.
Problemas de mayor envergadura enfrentaron quienes viven en 609 bis entre 1 y 2. Martín Donadía expresó que “nos cansamos de tener el barro hasta las rodillas cada vez que llueve más o menos, porque esto no es un diluvio; estamos pidiendo un mejorado a la delegación de Villa Elvira hace tres años, pero los únicos que nos ocupamos de contratar los camiones con calcáreo, hasta ahora, somos nosotros”. De acuerdo con los registros de la Agencia Hidrometeorológica local, al cierre de está edición habían llovido entre 21 y 28 milímetros
El impacto se sintió con fuerza en sectores de Berisso, Villa Elvira, Tolosa, Lisandro Olmos y Aeropuerto. En ese contexto, la rotonda René Favaloro, ubicada a la altura de avenida del Petróleo -60- y 150, quedó bajo el agua; vecinos de 49 entre 205 y 206 aseguraron que “el agua llegó a las veredas, y hubo gente grande que se cayó y lastimó”; y en Parque Sicardi, el barro impidió que muchos residentes llevaran a los chicos a la escuela y llegaran a tiempo a sus trabajos. Desde 16 y 522, Silvina y Carlos Borgini aseguraron que “el año pasado, en mayo, el municipio ‘arregló’ la calle y lo único que logró fue provocar inundaciones que tardan cuatro o cinco días en secarse cada vez que llueve”. “Modificaron la altura de la calle para tratar de llevar el agua a 521 y 17, donde hay un desagüe hasta el arroyo El Gato” recordó Carlos Borgini: “pero calcularon mal y les quedó una hondonada que se llena de agua en media hora. Claramente quedó peor de lo que estaba”.
Problemas de mayor envergadura enfrentaron quienes viven en 609 bis entre 1 y 2. Martín Donadía expresó que “nos cansamos de tener el barro hasta las rodillas cada vez que llueve más o menos, porque esto no es un diluvio; estamos pidiendo un mejorado a la delegación de Villa Elvira hace tres años, pero los únicos que nos ocupamos de contratar los camiones con calcáreo, hasta ahora, somos nosotros”. De acuerdo con los registros de la Agencia Hidrometeorológica local, al cierre de está edición habían llovido entre 21 y 28 milímetros