Terror en los Chinos

El hecho delictivo fue perpetrado por un delincuente, aunque se sospecha que actuó junto a un cómplice (foto: Gonzalo Calvelo)


Entró al autoservicio de Villa Elvira dispuesto a todo: en cuestión de segundos, amenazó a las víctimas a los gritos, hizo un disparo al aire que pegó en el techo del comercio y, por último, le lastimó la cabeza al dueño del local de un culatazo.
Se trata del delincuente que esta mañana concretó esa terrible secuencia en un comercio de 1 y 75.
De inmediato comenzó a increpar a la cajera y a una mujer que estaba a punto de pagar. Lo mismo hizo el ladrón con otro trabajador del negocio y el dueño.
Las amenazas no fueron solo verbales. El delincuente empuñó el arma, apuntó al techo y apretó el gatillo. Tras el estampido del tiro, la bala quedó alojada en el cielorraso del local, sin que lastimara a nadie.
Aunque estaban ilesas, las víctimas se llevaron un susto tremendo. Por eso fue que no se resistieron en ningún momento, según explicaron en diálogo con EL DIA.
El ladrón exigió a la cajera que vaciara la registradora para poder llevarse el dinero de la recaudación.
De esa manera logró sustraer toda la plata que había a esa hora en la caja.
Entre quienes sufrieron el robo estaba el propietario del comercio, que vio toda la secuencia y se mantuvo quieto.
Hacia él se dirigió el ladrón después de vaciar la caja. Como el delincuente “quería más plata”, decidió darle un golpe fuerte en el costado izquierdo de la cabeza con la culata del arma, que le provocó una herida.
Antes de escaparse, el delincuente le robó el celular a una clienta, además de también llevarse el teléfono inalámbrico del negocio, para que las víctimas no pudieran pedir auxilio rápidamente.
Aunque los damnificados no pudieron ver en qué vehículo se escapó, fuentes policiales estimaron que el delincuente habría tenido un cómplice esperándolo a pocos metros y a bordo de una moto