Reclamo de vecinos de Ignacio Correas


Los vecinos de Ignacio Correas volvieron a movilizarse para solicitar la finalización del asfalto de la principal arteria del pueblo, la calle 30 desde 699 hasta 708, un tramo que según denunciaron, “está intransitable y es peligroso para los peatones y ciclistas”.
La historia de los reclamos vecinales por el estado de la calle 30 se remonta a varias décadas, sin embargo en el 2009 se consiguió el asfalto desde la esquina de 7 y 659 hasta 30 y 695 -en ambos carriles- y hasta 699, pero un solo carril.
“Cuando reclamamos que se llegue hasta la 708 nos dijeron que a raíz de una pelea entre poderes políticos, los fondos se habían cortado, pero nosotros pagamos las consecuencias”, señaló Oreste Poggi, vecino de Correas.
La arteria tampoco cuenta con la señalización horizontal y vertical adecuada y los vecinos se quejaron porque, durante las noches o los días de niebla, es muy difícil manejar y establecer las distancias con relación a la banquina.
Tampoco está en mejores condiciones el puente que atraviesa el arroyo El Pescado, roto luego de un accidente que ocurrió el año pasado y que, según dijeron los vecinos, no está pintado de la manera adecuada para ser visualizado.
Además se pidió la urgente colocación de reductores de velocidad en los sectores pavimentados porque allí se encuentran las escuelas, los almacenes y es acceso obligado al Centro de Fomento y el Centro de Salud. “La 30 se transformó en una pista de carreras para quienes vienen de paseo los fines de semana para probar sus autos o cuatriciclos como si fuera el patio atrás de su casa”, sostuvo Juan Mosquera, otro habitante del pueblo que pidió las obras.
La iluminación de la calle es otro motivo de preocupación porque los vecinos indicaron que por las noches la zona se vuelve “una boca de lobo” y denunciaron que hasta hay forasteros que se entretienen haciendo tiro al blanco con las pocas luminarias existentes.
“Conseguimos los postes, pero la Municipalidad tiene que aportar las luminarias, del resto se encargará Edelap. Es muy peligroso manejar de noche o con neblina, más cuando aparecen vacas sueltas en el camino”, dijo Poggi.
VOLVIERON LAS MOSCAS
Los vecinos de Ignacio Correas también se preguntaron qué sucede con la planta avícola que funciona en el pueblo y fue clausurada en noviembre pasado por el Senasa y el Ministerio de Asuntos Agrarios. Aseguraron que después de esa fecha desaparecieron las moscas, pero en las últimas semanas comenzaron a reaparecer esos insectos.
“El pueblo luchó 15 años para que los organismos competentes obligaran a los dueños a hacer las obras reglamentarias. No queremos que cierren una fuente de trabajo, pero exigimos que trabaje según las normas ambientales”, dijo María Dorado.