Realpolitik, Nota de Noticias de Villa Elvira, por Marcelo Moriconi
Juliana Alfonsín es sinónimo de la gestión de Pablo Bruera en Villa Elvira. El bruerismo ha encontrado en la figura de la delegada a una persona capaz de contar una realidad que se contrapone con el escenario real sin que se le mueva un músculo.
Recientemente la administradora comunal, en un reportaje en REALPOLITIK, ponderó la utilidad del Presupuesto Participativo, sin darse cuenta que puso en evidencia la inutilidad de su delegación.
Con la variada gama de posibilidades que ofrece el PP y los alcance que tiene -movilizando cientos de vecinos que proponen una obra y la ponen en consideración de miles-, la obra “más necesaria” pone en el tapete el para qué se le paga un sueldo a la delegada y se mantiene, por ejemplo, en 7 y 82 el mobiliario municipal.
Hoy al preguntarle a Juliana Alfonsín sobre las necesidades concretas y reales de Villa Elvira, podría darse a suponer que contestaría con la lista de prioridades que los vecinos exponen en el PP, en contrafigura de una ciudad pensada.
Una delegación que tiene en su jurisdicción casi un centenar de robos por semana, de los cuales muy pocos terminan en denuncia, motivo indicativo del descreimiento popular por las instituciones, no puede jactarse de que la solicitud de cámaras de seguridad pase por la votación popular. Es responsabilidad de la representante del municipio hacer hincapié en el mapa del delito, dato que seguramente debe estar en manos de Alfonsín, y anunciar dónde se colocarán las cámaras, sin dejar detalle librado al azar. ¿Cómo puede ser que la necesidad de una cloaca opaque la otra necesidad, que es la lucha contra la inseguridad?.
Parece que la consigna de nuestro tiempo es esquivar el bulto. Villa Elvira perdió el modubank, anunciado por el alakismo como la llegada del banco a la localidad. Más allá de algún acuerdo bajo la mesa de un secundario privado con aportes eclesiásticos, que aún no vio la luz, la educación no tiene lugar en VE, para la concreción de un nuevo establecimiento de secundaria.
Hoy pedir el arreglo de una luz, solicitar un nomenclador, colocar lomas de burro y demás pedidos que se le realizan al municipio, pasan por el PP. En 7 y 82 la gestión es tercerizada. Basta con entregar una nota en la delegación para ver que levantan un teléfono y la piden a 12 y 51. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Para qué de la delegación?.
No hay empresas de servicios que funcionen de 72 a Correa. Cabe destacar que el Grupo de Acción de Villa Elvira puso en estudio del Concejo Deliberante local –actualmente en la comisión de Legislación- prever que todas las empresas de servicios, ya sean estatales o privadas, deban fundar en un radio superior a 5 kilómetros desde la casa matriz una sucursal para la atención vecinal.
La delegada, en conocimiento de éste proyecto -porque fue publicado por el diario Hoy de la ciudad y comunicado a través de varias redes-, no se interesó de manera alguna en una propuesta que redunda en beneficio de Villa Elvira.
Barrio contra barrio por la colocación de cloacas, que la loma de burro sacó cien votos más que el semáforo en el cual perecen año a año decenas de vecinos. ¿Dónde está la ciudad planificada?, ¿dónde se planifica el crecimiento de la localidad, dónde se programa la colocación de cloacas, la escuela, el jardín, el CPA?, ¿dónde?.
Villa Elvira crece de la mano de la herramienta democrática titulada PP; una herramienta nueva que sirve, que construye, muchas veces sin dar respuestas de qué manera; pero es una herramienta del vecino que pone de manifiesto que otras ya están oxidadas o necesitan una relocalización