La Escuela Primaria N° 84 de Villa Elvira organizó una gran fiesta para conmemorar el 25 de mayo. Es que la comunidad educativa aprovechó la ocasión para lanzar el cronograma de actividades de cara al centenario de la institución. Y en la extensa lista de invitados figuraba "el merendero". ¿Quién es? Se trata de Jorge Delgadillo, un ex combatiente que, con dinero de su pensión de guerra, acondicionó una casa en el barrio para que los chicos sin medios del colegio de 7 y 75 y de la Escuela N° 121 -6 y 72- tengan acceso a una buena alimentación antes de ir a clases. Pero además contarán con apoyo escolar, aprenderán música y danzas tradicionales, y jugarán, como todos los niños.
La iniciativa es reciente. Lleva dos meses en marcha. Pero ya prendió con fuerza en el barrio y en sus escuelas. "Estamos trabajando para coordinar que docentes del colegio brinden apoyo escolar a contraturno, y también para aportar todo lo que podamos para la organización del merendero", dijo la directora de la Primaria 84, Cecilia Sgrilletti. Incluso ya están pensando en una actividad en conjunto para el Día del Niño.
Jorge Delgadillo tuvo una infancia muy dura, plagada de carencias. Luego fue golpeado "por la dictadura, que se llevó a familiares", cuenta. Hasta que en 1982 fue convocado para la guerra de Malvinas. "Después de la guerra tenía un gran rencor con la vida, pero logré superarlo gracias al budismo", recuerda. Esa experiencia se refleja en el nombre del merendero. "Se llama Namkhai, espacio en tibetano", dice. Así y todo, hoy asegura que quiere "devolverle a la vida lo que me dio. Yo quiero hacer estas cosas", enfatiza. Y las hace con dinero de su pensión de ex combatiente.
Delgadillo dice que hoy trabaja con su sobrina, que es maestra jardinera, su hermano y amigos. Pero pronto contará con el apoyo de la Escuela 84 en lo relativo al apoyo escolar. "Además, para los integrantes del gabinete (equipo de orientación escolar) será una posibilidad de acercarse más a los chicos y a los padres", dice la directora del colegio, del cual ya concurre una docena de alumnos a la casa ubicada en 74 entre 3 y 4.
Fue precisamente por los gabinetes por donde empezó su trabajo Delgadillo. Fue al de las escuelas 84 y 121 con la propuesta en mano, y así se fueron arrimando los chicos.
EL BARRIO SE MOVILIZA
Por ahora van, cada mañana, niños del turno tarde. La idea es que funcione todo el día, pero "vamos de a poco, hacen falta recursos. De momento, la intención es mejorarles la comida, porque compramos fruta tres veces por semana", dice Delgadillo, aunque, acto seguido, cuenta que "como el verdulero del barrio se enteró de lo que hacemos, cuando los chicos se van para la escuela les regala una mandarina a cada uno".
La ayuda va llegando. Alumnos y ex alumnos de Bellas Artes hicieron con los chicos un mural. Y en breve, gente del taller de danzas folclóricas que desde hace 20 años coordina Marta Sarasola "vendrá todos los lunes a enseñar bailes autóctonos y también dará clases de instrumentos. Ya compramos cuatro quenas, pero les enseñarán a tocar la guitarra y el charango", comentó el merendero de Villa Elvira.
El ex combatiente consiguió el lugar gracias a "un ex compañero de trabajo del Hospital de Niños, que tuvo aquí un comedor. Me lo alquila por sólo 600 pesos; me regala la mitad del alquiler", subraya, para concluir que "tuvimos que empezar, en algunos casos, de cero. Enseñando a los chicos a lavarse las manos". Pero van por más. Y la Escuela 84 ya se puso en marcha.