Fue anoche, a última hora. Entraron dos delincuentes armados y uno le apoyó un pistolón en la cabeza de la hija del dueño del comercio, que los siguió y vio cuando se escondían en una casa cercana
Por segunda vez en quince días, la casa de comidas ubicada en 80 entre 118 y 118 bis fue víctima de la inseguridad que afecta a vecinos y comerciantes de la Región casi por igual. Anoche, pasadas las 22:30hs., dos delincuentes armados ingresaron al local y tras ponerle un pistolón en la cabeza a la hija del dueño escaparon con dinero, celulares y hasta el teléfono de línea del comercio.
"Entraron a los gritos diciendo `todos al piso, nadie me mire`", contó Omar, propietario del local, quien se encontraba al momento del hecho junto a su mamá, su dos hijios (de 20 y 14 años) y una amiga de la hija. Eran dos, uno de ellos a cara descubierta, armados y "en todo momento actuaron tranquilos. La violencia, además del robo, son las armas", contó.
Fueron unos minutos hasta que escaparon en la moto con la que habían llegado. De inmediato, como un acto reflejo, el propietario los persiguió en su camioneta hasta la zona de 74 y 123, donde observó cómo ingresaban a una vivienda para refugiarse. Después se enteraría que uno de los que actuó sería un conocido delincuente de la zona que hace poco tiempo salió de la cárcel. "Ellos tienen que estar en la cárcel, no nosotros todos encerrados", se quejó.
El segundo en dos semanas
El de anoche fue el segundo asalto que sufren en la casa de comidas. El anterior ocurrió hace unos quince días a las 18hs., es decir a plena luz del día. "El patrullero pasa cada tanto, pero no te asegura nada", dijo con relación a la presencia policial en la zona.
En ese sentido, dijo que los delincuentes "están jugados, tienen otros tiempos. Se pueden sentar a tomar algo y controlar todos tus movimientos sin que vos te des cuenta".
Por segunda vez en quince días, la casa de comidas ubicada en 80 entre 118 y 118 bis fue víctima de la inseguridad que afecta a vecinos y comerciantes de la Región casi por igual. Anoche, pasadas las 22:30hs., dos delincuentes armados ingresaron al local y tras ponerle un pistolón en la cabeza a la hija del dueño escaparon con dinero, celulares y hasta el teléfono de línea del comercio.
"Entraron a los gritos diciendo `todos al piso, nadie me mire`", contó Omar, propietario del local, quien se encontraba al momento del hecho junto a su mamá, su dos hijios (de 20 y 14 años) y una amiga de la hija. Eran dos, uno de ellos a cara descubierta, armados y "en todo momento actuaron tranquilos. La violencia, además del robo, son las armas", contó.
Fueron unos minutos hasta que escaparon en la moto con la que habían llegado. De inmediato, como un acto reflejo, el propietario los persiguió en su camioneta hasta la zona de 74 y 123, donde observó cómo ingresaban a una vivienda para refugiarse. Después se enteraría que uno de los que actuó sería un conocido delincuente de la zona que hace poco tiempo salió de la cárcel. "Ellos tienen que estar en la cárcel, no nosotros todos encerrados", se quejó.
El segundo en dos semanas
El de anoche fue el segundo asalto que sufren en la casa de comidas. El anterior ocurrió hace unos quince días a las 18hs., es decir a plena luz del día. "El patrullero pasa cada tanto, pero no te asegura nada", dijo con relación a la presencia policial en la zona.
En ese sentido, dijo que los delincuentes "están jugados, tienen otros tiempos. Se pueden sentar a tomar algo y controlar todos tus movimientos sin que vos te des cuenta".