Inesperado giro en el caso de una mujer asesinada

A poco más de dos meses del brutal asesinato de María Florencia Brambilla (36), una empleada pública que apareció degollada en un presunto asalto ocurrido en La Plata, la investigación podría tener un giro inesperado: la hija de la mujer, de 16 años, admitió en una sede policial que el autor del crimen fue su novio -un joven de nacionalidad peruana que no se encontraría en el país- y al que ella le habría facilitado la entrada al departamento donde la víctima vivía con su familia.
La semana pasada, la chica realizó una denuncia por un supuesto abuso que involucraba a un familiar directo en la DDI de la capital bonaerense. Pero pocas horas después, la menor regresó a la dependencia, arrepentida, para retirar esa acusación.
Fue entonces cuando se habría “quebrado” y reconoció que un muchacho de 19 años con el que mantenía una relación sentimental fue quien mató a su madre el último 4 de septiembre, poco antes de la medianoche, en una vivienda de la calle 5 y 74. Y, para sorpresa de los policías, también admitió que dejó ingresar a su novio para cometer el asesinato .
Luego de la inesperada declaración -que aún no fue legitimada ante la Justicia - la menor fue trasladada a un centro de contención de Merlo y poco después volvió a La Plata por decisión de la Justicia de Menores en turno.
Una comisión policial intentó en un procedimiento ubicar al joven acusado por la hija de Brambilla en su casa del barrio “El Rincón”, en City Bell.
Algunos testigos aseguraron que hace varios días viajó a Perú .
“Todavía es todo muy confuso, creemos que se produjeron desprolijidades en los procedimientos y aún mi sobrina no habló ante un juez, porque no terminan con los trámites en tribunales”, admitió ayer a Clarín Andrés Brambilla, el hermano de la mujer asesinada.
La noche del brutal crimen, Florencia Brambilla se encontraba en el living de su casa de Villa Elvira cuando tocaron el timbre. La hija de la mujer bajó las escaleras y enseguida aparecieron dos hombres con los rostros tapados, quienes amenazaron a la familia con una cuchilla.
En el lugar también estaba otro hijo de la mujer, de ocho años. Los menores fueron encerrados en una habitación, desde donde escucharon los gritos de su mamá mientras la torturaban . La mujer recibió diez puñaladas y una de ellas fue mortal, porque casi le seccionó el cuello.
Los atacantes escaparon con 900 pesos en un remís al que subieron en una agencia ubicada a apenas 400 metros de la casa de Brambilla.
Por el crimen fue detenido poco después un albañil de 30 años . En el domicilio del hombre los investigadores secuestraron elementos presuntamente robados de la escena del crimen y cuchillos con manchas compatibles con sangre. También fue demorado otro compañero de trabajo, de 40 años, pero no se hizo lugar al pedido de detención.
Ahora, si la joven ratifica sus dichos en sede judicial, la investigación tomará un rumbo inesperado.