EN MANOS DE DIOS Y DE LOS DELINCUENTES

Asaltaron y amordazaron a una mujer en Villa Elvira
Actuaron cuatro delincuentes, que le gatillaron un arma en la cabeza

Hacia las 20.30 del sábado Viviana (43), salía de su lavadero y gomería de Villa Ponsati y caminaba hacia su casa, ubicada en el fondo del mismo terreno. Pero apenas si pudo avanzar unos pocos metros que la noche se convirtió en un infierno: delincuentes la sorprendieron por la espalda, le pusieron una mordaza en la boca y luego la ataron de pies y manos para robarle.

"Me apuntaron con un arma en la cabeza y me decían que me iban a matar sino les daba la plata", aseguró a EL DIA, todavía muy impresionada por el suceso.

El dramático caso tuvo lugar en la calle 80 entre 1 y 115, donde la mujer vive junto a su marido y sus hijos y cuya parte delantera funciona un lavadero de autos y una gomería.

LE GATILLARON

Justamente, el sábado la mujer acababa de salir de uno de esos locales y se dirigía hacia su casa, en la parte trasera, cuando la interceptaron al menos cuatro ladrones.

"Lo primero que hicieron fue ponerme una soga en la boca para que no pudiera gritar", sostuvo. Por ello, aseguró, no alcanzó a pedir auxilio a su marido y a los empleados que seguían trabajando en la gomería.

Sin perder tiempo, los asaltantes llevaron a su víctima hacia el fondo del terreno y la maltrataron para exigirle dinero. "Me pegaron en el estómago y me ataron de pies y manos. Y me pusieron una soga en el cuello y me apretaban", dijo Viviana.

La mujer aseguró que los delincuentes le pedían un supuesto dinero que debía haber en la vivienda, "pero yo les dije que no había, que mi marido no lo dejaba en la casa", remarcó.

En uno de los instantes más dramáticos, los ladrones le pusieron una pistola en la cabeza y gatillaron el arma, aunque no salió ninguno de los disparos.

Toda la secuencia tuvo lugar afuera de la vivienda, dado que los asaltantes en ningún momento entraron a la casa. "Estaban esperando a que llegaran mis hijos para reducirlos a ellos también. Les podrían haber hecho cualquier cosa", agregó Viviana.

Sin embargo, todo terminó abruptamente, cuando en una mala maniobra los asaltantes tiraron una mesa y el ruido de la caída alertó a los hombres que trabajaban en el lavadero.

"Mi marido vino corriendo a ver qué pasaba y ellos se escaparon saltando por los fondos. Para poder desatarme tuvieron que cortar la soga con un cuchillo", afirmó la víctima.

Según contó, los sospechosos sólo pudieron sustraerle las cadenas de oro que tenía puestas al momento del robo.

PREOCUPACION

En diálogo con este medio, Viviana opinó que "no hice la denuncia porque con la Policía no podemos contar. Acá la inseguridad es total, cada seis horas en este barrio sufrimos un robo", resaltó.

"Es una gran inseguridad, es tierra de nadie", insistió la mujer, quien reclamó que se implementen medidas para frenar este tipo de episodios delictivos.