ACUSAN A BRUERA DE NO DARLE LUGAR A LA SALUD

By La Roscar Politica-
Según un informe del área de salud del ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Politica Ciudadana): “En la agenda de Bruera no entra la salud”.

El relevamiento, coordinado por la médica residente Noelia Poggi, advirtió que en el distrito platense funcionan 43 unidades sanitarias y un CIC (Centro de Integración Comunitaria), de los cuales ninguno de ellos garantiza atención permanente los 7 días a la semana. Se llegan a cubrir hasta 6 días, pero alternativamente a la mañana y a la tarde.

Además sostuvo que “hay que tener en cuenta la problemática del personal médico y auxiliar, dado que a pesar de que por lo general se cubren las especialidades necesarias para una unidad sanitaria, no en todos los centros de salud hay médicos de todas las especialidades todos los días, incluso hay días en que sólo quedan los enfermeros. Esto se debe a la precarización laboral, a través de la cual se mantienen contratos que se renuevan cada tres meses y con salarios insuficientes”.

En este sentido, Poggi citó el ejemplo del Municipio de Tres Arroyos, en donde los médicos de las unidades sanitarias cobran 8 mil pesos por 40 horas de trabajo; cuando en La Plata el sueldo para un médico que trabaja 30 horas es de 1800 pesos. Sin olvidar que los trabajadores de limpieza perciben un salario de 800 pesos mensuales.

Según la investigación, esta falencia en el cuerpo de médicos, además provoca que se acumule mucha gente en los turnos de atención, lo que consecuentemente ocasiona una baja en la calidad de atención y saturación del personal.

Con respecto al faltante de insumos, la doctora Poggi afirmó que “no hay suero en caso de que una persona acuda a causa de deshidratación y necesite resolverlo de emergencia, no hay hilos de sutura; anestesia; se cuenta con muy poco suministro intravenoso; hay ocasiones en los que faltan espéculos para hacer el PAP o insumos para aplicar el DIU. Hay falencias en el contenido del Plan Remediar, además de que no hay control en su utilización”.

Como conclusión de esta situación se destacó que “para la cantidad de población que hay en la zona periférica de La Plata habría que duplicar la cantidad de centros de salud. Sin embargo, existe un dato alarmante y es que durante la gestión de Bruera no se abrió ni una sola unidad sanitaria”.

En el informe además se explicita que en el distrito también están trabajando los médicos comunitarios a través del programa implementado por Nación, el cual es aprovechado por el Municipio para cubrir el faltante del cuerpo médico que debería contratar en las Unidades Sanitarias. “De modo que en lugar de cumplir la tarea de articulación con la comunidad barrial y prevención de enfermedades los médicos comunitarios deben abastecer la demanda en la salita”.

Esto se suma a que “los profesionales sufren una presión, por parte de las autoridades, para que atiendan a una mayor cantidad de personas, lo que permite llenar una mayor cantidad de planillas y mostrar una eficacia de gestión en cuanto a la cantidad de pacientes atendidos, olvidando la importancia de la prevención de la enfermedad para que los mismos no tengan la necesidad de acudir a la sala”, según remarcó la responsable del Area de Salud del ISEPCI.

La médica residente además evaluó que “la falta de políticas de prevención no sólo se da porque el personal médico del programa de Nación no puede trabajar en la comunidad, sino también porque el Municipio no tiene la prioridad de acondicionar el barrio en condiciones saludables, como ser la provisión de gas, agua potable, cloacas, asfalto, evitar las inundaciones, entre otros factores de riesgo”.

En ese sentido, una de las responsables de la organización social Barrios de Pie, que trabaja en articulación con el ISEPCI en La Plata , Maia Luna, quien comentó: “Desde nuestra organización hace tiempo que vemos un gran abandono por parte del gobierno municipal, y es evidente que no hay voluntad política ni interés en que las poblaciones más humildes de nuestra ciudad tengan otra calidad de vida. Pero por supuesto no nos quedamos en la crítica, y nuestro compromiso nos lleva a tener una actitud activa, de trabajo, de concienciación y de apoyo y solidaridad no sólo con los vecinos, sino también con muchos de los profesionales que llevan adelante reclamos genuinos desde estos lugares, exigiendo mejores condiciones de trabajo y el cumplimiento de cuestiones específicas que son imprescindibles para cumplir la función mínima que una salita en el barrio debe llevar adelante”.

En ese marco, Luna especificó: “Es así que junto con los vecinos y vecinas de diferentes barrios de la región realizamos talleres de control de talla y peso; relevamientos sanitarios; talleres de prevención del Dengue, del Cólera, sobre salud sexual y reproductiva para adolescentes y adultos; alfabetización en salud, e incluso hemos puesto en marcha en algunos de estos barrios la creación de postas sanitarias, donde lógicamente no pretendemos en absoluto suplir el trabajo de las salitas, pero sí intentamos aportar desde nuestro lugar otras experiencias que también hablan del derecho a la salud, desde la educación popular, con información, consultas a profesionales de distintas áreas que vienen a colaborar”.

Desde las Postas Sanitarias, el área de Salud de Barrios de Pie desarrolló una campaña de control de talla y peso durante el mes de marzo de este año, que recorrió y tomó como muestra los datos recogidos en más de 10 comedores de los barrios donde trabaja la organización social: Cementerio, Las Quintas, Las Rosas, El Futuro, Ringhelet, Villa Alba, La Granja , El Retiro, Hernandez, Villa Montoro, Villa Alba.

El motivo del relevamiento se debió a que la situación en cada uno de estos lugares viene mostrando desde hace un tiempo cómo aumenta el número de concurrentes que dependen de manera creciente de su funcionamiento. Los datos son alarmantes: casi el 30% de los niños controlados presentan bajo peso. Y esto es una muestra tomada de distintas zonas de la ciudad, ya que fueron más de diez los barrios recorridos.

En esta línea, la responsable de las Areas de Trabajo de Barrios de Pie comento: “Cuando charlamos con los vecinos acerca del funcionamiento de la salita barrial, las respuestas son prácticamente las mismas: ‘hay q ir sacar turno a las 4 de la mañana, entregan hasta 8 numeritos, y si una mamá va con los 3 o 4 nenes para aprovechar el mismo día, el resto ya quedamos afuera’, ‘la doctora nos quiere atender a todos pero no da abasto’, ‘no se consiguen medicamentos’, y ni hablar de los casos de desnutrición o bajo peso, que casi en ningún lugar cuentan con la entrega de las vitaminas necesarias y el suministro de los productos alimenticios indispensables para recuperar la salud, otra mentira del Estado que no llega a las familias necesitadas, y de las cuales el Municipio, ni se entera”.