El Dia-
Los reiterados reclamos de vecinos de la Región por el casi completo estado de abandono que presenta la ruta provincial 11, con riesgos extremos para quienes transitan especialmente el tramo de 24 kilómetros que corre entre La Plata y Bartolomé Bavio, no resultan novedosos ya que se reiteran desde hace años. Pero sí encuentran consistencia y asidero, ante la suma de deficiencias que caracteriza a esa vía caminera.
Una reciente nota publicada en este diario detalló con elocuencia los problemas que exhibe la que, junto a la ruta 2, es uno de los principales enlaces con los balnearios de la costa atlántica, además de constituirse también en principal acceso a nuestra ciudad.
Falta de línea divisoria de los carriles, ausencia de señales verticales y horizontales, un pavimento que exhibe roturas, pozos, depresiones y anfractuosidades sobre todo a lo largo del tramo mencionado, autorizan sobradamente a que los vecinos de Bavio sostengan que se encuentra destruida.
A su vez, desde el barrio El Carmen de Berisso también resulta ostensible la preocupación por el acceso que llega al sudeste de esta ciudad. Además de que la ruta muestra allí todas aquellas deficiencias, los vecinos detallan que buena parte de sus banquinas se encuentra ganada por una sucesión de enormes basurales, en una situación que se ve agravada por la presencia de cementerios de autos y acumulaciones de toda clase de chatarra.
En la dirección provincial de Vialidad se señaló que hay una obra prevista para ese sector de la ruta 11 y que el inicio lo decidirá su par de la Nación, pues la mejora está planteada en un convenio que firmó el municipio de Magdalena con el OCCOVI para la reconstrucción del camino en toda su extensión.
Es conocido que, además de un dinámico tránsito vecinal y del paso de colectivos, la ruta sirve como medio de comunicación para numerosos transportes de carga. Pero, además, el problema se agudiza durante el transcurso de los fines de semana largos, en las vacaciones de invierno o en los meses de verano, ya que, como se ha dicho, la ruta 11 es una de las vías más utilizadas por los turistas que la eligen para dirigirse a localidades de la costa atlántica.
Lo cierto es que, más allá de la subordinación administrativa a una decisión de la Nación, nuestra Provincia dispuso históricamente de un organismo propio -justamente, la dirección de Vialidad provincial- cuya transparente gestión sirvió no sólo para la proyección de una excelente red vial sino para el debido mantenimiento de rutas y caminos.
Sea como sea, es de esperar que la obra anunciada responda cabalmente a las aspiraciones formuladas por vecinos de La Plata, Magdalena, Ignacio Correas, Magdalena, Bartolomé Bavio, Berisso o Pipinas, entre otras muchas ciudades, localidades y parajes de nuestra región, destinadas a que se concreten urgentes mejoras en los caminos troncales y en las rutas que, además, sirven al paso de las siempre crecientes migraciones turísticas.
Los reiterados reclamos de vecinos de la Región por el casi completo estado de abandono que presenta la ruta provincial 11, con riesgos extremos para quienes transitan especialmente el tramo de 24 kilómetros que corre entre La Plata y Bartolomé Bavio, no resultan novedosos ya que se reiteran desde hace años. Pero sí encuentran consistencia y asidero, ante la suma de deficiencias que caracteriza a esa vía caminera.
Una reciente nota publicada en este diario detalló con elocuencia los problemas que exhibe la que, junto a la ruta 2, es uno de los principales enlaces con los balnearios de la costa atlántica, además de constituirse también en principal acceso a nuestra ciudad.
Falta de línea divisoria de los carriles, ausencia de señales verticales y horizontales, un pavimento que exhibe roturas, pozos, depresiones y anfractuosidades sobre todo a lo largo del tramo mencionado, autorizan sobradamente a que los vecinos de Bavio sostengan que se encuentra destruida.
A su vez, desde el barrio El Carmen de Berisso también resulta ostensible la preocupación por el acceso que llega al sudeste de esta ciudad. Además de que la ruta muestra allí todas aquellas deficiencias, los vecinos detallan que buena parte de sus banquinas se encuentra ganada por una sucesión de enormes basurales, en una situación que se ve agravada por la presencia de cementerios de autos y acumulaciones de toda clase de chatarra.
En la dirección provincial de Vialidad se señaló que hay una obra prevista para ese sector de la ruta 11 y que el inicio lo decidirá su par de la Nación, pues la mejora está planteada en un convenio que firmó el municipio de Magdalena con el OCCOVI para la reconstrucción del camino en toda su extensión.
Es conocido que, además de un dinámico tránsito vecinal y del paso de colectivos, la ruta sirve como medio de comunicación para numerosos transportes de carga. Pero, además, el problema se agudiza durante el transcurso de los fines de semana largos, en las vacaciones de invierno o en los meses de verano, ya que, como se ha dicho, la ruta 11 es una de las vías más utilizadas por los turistas que la eligen para dirigirse a localidades de la costa atlántica.
Lo cierto es que, más allá de la subordinación administrativa a una decisión de la Nación, nuestra Provincia dispuso históricamente de un organismo propio -justamente, la dirección de Vialidad provincial- cuya transparente gestión sirvió no sólo para la proyección de una excelente red vial sino para el debido mantenimiento de rutas y caminos.
Sea como sea, es de esperar que la obra anunciada responda cabalmente a las aspiraciones formuladas por vecinos de La Plata, Magdalena, Ignacio Correas, Magdalena, Bartolomé Bavio, Berisso o Pipinas, entre otras muchas ciudades, localidades y parajes de nuestra región, destinadas a que se concreten urgentes mejoras en los caminos troncales y en las rutas que, además, sirven al paso de las siempre crecientes migraciones turísticas.