Los vecinos de Parque Sicardi y Villa Garibaldi continúan preocupados por el posible asentamiento de las tierras de 7 y 643, por parte de más de cien familias pertenecientes a la ONG “Maria Claudia Falcone”.
Hoy, las aguas se mantienen calmas pero persiste la inquietud de que en un momento a otro se pueda generar un nuevo intento por parte de los miembros de la ONG de ocupar las tierras, las cuales son de su propiedad.
Dado que se trata de una zona rural y que según el Código de Ordenamiento Urbano, no se permite parcelarización del sector, y los inconvenientes que generarían la instalación de 100 familias en el lugar, sin la adecuada dotación de servicios públicos, hicieron que los vecinos de las zonas aledañas se manifestaran en distintas oportunidades, y repelieron cada intento de toma de las tierras.
Los vecinos comentaron a Marcelo Moriconi, coordinador del Grupo de Acción de Villa Elvira, que la incorporación de tantas familias a ese sector provocará un problema ambiental. No se resguardan en negarle el paso en el sólo hecho de que las tierras no se pueden parcelar, sino que alegan perjuicios en las napas y posibles inundaciones.
Los asambleístas autoconvocados, dicen que los campos comprados por la ONG, son bañados del arroyo que sale desde Ignacio Correa y recorre la localidad de Berisso. Sostienen que el relleno de esos terrenos inundables perjudicará a los vecinos que moran debajo de la pendiente.
Las napas de agua potable, en ese sector de la ciudad se encuentran a 30 metros de profundidad y la construcción de aproximadamente 150 pozos ciegos, causarían contaminación.
Tanto el presidente del Concejo Deliberante, Javier Pacharotti, y el secretario de gobierno, Mario Rodríguez, se comprometieron a buscarle una salida al conflicto, ofreciendo la posibilidad a la gente de la “Falcone” de establecerse en otro sector de Villa Elvira, más precisamente en los terrenos de 605 de 15 a 17, sin contar que en algunos lugares los terrenos se encuentran también tomados, y por ende, son éstos pobladores quienes se oponen a sus nuevos vecinos.
El conflicto se encuentra vigente y por esa razón, los vecinos de Sicardi y Garibaldi, aún mantienen las asambleas y las guardias, en la esquina de 7 y 643. Desde la ONG, manifestaron su fastidio por no poder ocupar las tierras, las cuales son de su propiedad, dado que fueron adquiridas con fondos que surgieron desde la Nación.
Para los vecinos menos belicosos es posible la llegada de las familias y proponen que la zona se adecue para permitirles el ingreso, proponiendo que el Municipio interceda para brindar servicios esenciales, ya sea, luz, gas, agua corriente y cloacas. Además de la realización de la correspondiente obra hidráulica que demandaría la ocupación del sector.
Hoy, las aguas se mantienen calmas pero persiste la inquietud de que en un momento a otro se pueda generar un nuevo intento por parte de los miembros de la ONG de ocupar las tierras, las cuales son de su propiedad.
Dado que se trata de una zona rural y que según el Código de Ordenamiento Urbano, no se permite parcelarización del sector, y los inconvenientes que generarían la instalación de 100 familias en el lugar, sin la adecuada dotación de servicios públicos, hicieron que los vecinos de las zonas aledañas se manifestaran en distintas oportunidades, y repelieron cada intento de toma de las tierras.
Los vecinos comentaron a Marcelo Moriconi, coordinador del Grupo de Acción de Villa Elvira, que la incorporación de tantas familias a ese sector provocará un problema ambiental. No se resguardan en negarle el paso en el sólo hecho de que las tierras no se pueden parcelar, sino que alegan perjuicios en las napas y posibles inundaciones.
Los asambleístas autoconvocados, dicen que los campos comprados por la ONG, son bañados del arroyo que sale desde Ignacio Correa y recorre la localidad de Berisso. Sostienen que el relleno de esos terrenos inundables perjudicará a los vecinos que moran debajo de la pendiente.
Las napas de agua potable, en ese sector de la ciudad se encuentran a 30 metros de profundidad y la construcción de aproximadamente 150 pozos ciegos, causarían contaminación.
Tanto el presidente del Concejo Deliberante, Javier Pacharotti, y el secretario de gobierno, Mario Rodríguez, se comprometieron a buscarle una salida al conflicto, ofreciendo la posibilidad a la gente de la “Falcone” de establecerse en otro sector de Villa Elvira, más precisamente en los terrenos de 605 de 15 a 17, sin contar que en algunos lugares los terrenos se encuentran también tomados, y por ende, son éstos pobladores quienes se oponen a sus nuevos vecinos.
El conflicto se encuentra vigente y por esa razón, los vecinos de Sicardi y Garibaldi, aún mantienen las asambleas y las guardias, en la esquina de 7 y 643. Desde la ONG, manifestaron su fastidio por no poder ocupar las tierras, las cuales son de su propiedad, dado que fueron adquiridas con fondos que surgieron desde la Nación.
Para los vecinos menos belicosos es posible la llegada de las familias y proponen que la zona se adecue para permitirles el ingreso, proponiendo que el Municipio interceda para brindar servicios esenciales, ya sea, luz, gas, agua corriente y cloacas. Además de la realización de la correspondiente obra hidráulica que demandaría la ocupación del sector.