Por Marcelo Moriconi

¿Marca Ciudad o Autobombo?
LA CAMPAÑA PERMANENTE DEL INTENDENTE


Asombrados los platenses se topan cada día con grandes y costosos carteles que informan que se pusieron seis cestos de basura. Banderas y estandartes marcan la apertura de una calle. Propagandas en medios nacionales cuentan al país sobre el nuevo plan de recolección de residuos.

El gobierno de Oscar Pablo Bruera, si el intendente se llama Oscar, pone en un primer plano el marketing y publicidad, para promocionar su gobierno. Ya Bruera no recorre las calles como en campaña sino que usa la estructura publicitaria gubernamental para promocionarse. No está mal si la idea es posicionar una ciudad.

Los especialistas en el tema aseguran que un buen trabajo de marketing y de comunicación puede inspirar a intendentes y ciudadanos para obtener grandes logros y transformaciones, siempre que entiendan que construir una marca ciudad no es solamente recrear una identidad visual. Es una forma de encarar la gestión municipal.

El gurú de la publicidad e impulsor de marca de la ciudad de Barcelona, Manuel Puig valoriza el uso de la comunicación “para movilizar mentes y actitudes a favor de vidas más ciudadanas" y respecto a desvirtuar el origen de marca, hizo notar que “la tontería cultural, que abunda, es ver qué circo puedo montar para que yo, político, triunfe”.

La construcción de las marcas públicas sirve a los gobiernos para crear la idea de una iniciativa colectiva, de un proyecto de futuro, de un entusiasmo y convencimiento acerca de la propia gestión.

La concreción de una marca ciudad puede caer en la abominación del mal uso de los recursos y en vez de construir una marca que identifique a una ciudad, puede caer en la campaña permanente que utilizan varios políticos en el nuevo siglo.

Toni Puig, en su libro La comunicación municipal cómplice con los ciudadanos, afirma que se puede "utilizar el extraordinario poder de la comunicación para movilizar mentes y actitudes a favor de vidas más humanas, más ciudadanas”. Pero luego vuelve a marcar el límite en el abuso de funcionarios que se perpetúan en el poder. Analistas políticos afirman que el marketing es la política del futuro. Existen voces a favor y otras en contra.

Rick Ridder, consultor norteamericano de vastísima experiencia, opinó durante el XI seminario de marketing político, que “suelen afirmar que el marketing no es manipulación, y que por el contrario, es una gran contribución a la transparencia en política”. "Gobernar es comunicar. Hoy la comunicación política construye poder. Es muy difícil discernir en qué casos, refiriéndonos al Gobierno, no está involucrada la comunicación" dijo en la misma exposición Felipe Noguera, consultor nacional.

En un informe al respecto, el periodista Walter Curia de Clarín, hizo notar que la campaña permanente en el nuevo siglo sustituye el concepto trotskista, de "revolución permanente".
La idea de reducir los costos de campaña se contrapone con el gasto originado por acciones gubernamentales informativas y de marketing que se gastan año a año.
La realidad plantea que las campañas son más cortas y pagas con capitales privados y partidarios. Hoy los gobernantes, a través del dinero público, gastan un dineral en promocionar sus obras.

El Presupuesto Participativo y la recolección clasificada de Residuos son los caballitos de batalla de la gestión Bruera. En el primero de los casos son abusivos los cartelones que indican la colocación de cestos de basura. En avenida 1 de 60 a 64, pusieron ocho tachos, mal pintados, y están anunciados con bombos y platillos. De la oferta sexual que brindan prostitutas y travestis a toda hora, aún no se han manifestado en la promoción. Quizás, en el 2009, el gobierno bruerista redoble la apuesta con el PP porque últimamente algunos vecinos, independientes, sin pertenecer a grupos partidarios, se les animaron y distintas obras realmente fueron elegidas “por los vecinos”.

En torno a las 5 mil toneladas diarias que recolecta el Municipio de residuos reciclable, que promociona a grandes costos en canales de cable a nivel local y nacional, el oficialismo no supo responder, en el Presupuesto 2009, que harán con el dinero que se recaude. ¿No sabían los concejales oficialistas que el reciclado es un gran negocio y que la basura genera ganancias millonarias?. No te hagas problemas, ya fue aprobado.

No sé, a esta altura, si los colores verdes y naranjas son los que Dardo Rocha soñó o quién tuvo el mal gusto de elegirlos pero quedan banderas colgadas por meses en los postes de la ciudad.

Las cooperativas de trabajo eran criticadas hace tiempo y hasta se decía que trabajaban sin cobrar. Hoy visten de naranja, cambiaron su imagen en un 90%. Hasta parecen más altos, fornidos, rubios y de ojos celestes.

El marketing y las distintas estructuras en comunicación propuestas de por los equipos técnicos oficialistas, son buenas. Faltaría realmente que Bruera cumpla con las obras propuestas en campañas, que tenga planes estratégicos de crecimiento para la ciudad. Un programa de asfalto, de obras públicas, soluciones hídricas, en el transporte y muchas otras postergadas. La puesta en escena está servida, con dinero público, ahora faltan buenas ideas de gobierno.