TODO VALE Y LA LEY LOS AMPARA

Para una concejal la comercialización en las ferias francas pasará por la buena Fe de las personas, sin contemplarse en los puntos de los Ordenanzas que ellos mismo votan.


El Concejo Deliberante platense aprobó el proyecto de Ordenanza que actualizará el funcionamiento de las clásicas Ferias Francas. En Villa Elvira se destaca la ofrecida el el Barrio Aeropuerto. Se reempadronarán a los feriantes y se propusieron baños químicos para puesteros y clientes. Serios planteos de la oposición con respuestas irrisorias.
Teresa Razzari, titular de la Comisión de Hacienda, remarcó que “no se preocupe porque en las ferias no se van a vender botones” contestando a un reproche del opositor, Oscar Negrelli, Coalición Cívica, con respecto a que la normativa establece “rubros generales”.
Negrelli cuestionó el inciso 8 del proyecto, en el cual se autoriza la venta de productos generales y, de esa manera, “se podrían vender puertas, ventanas y hasta artículos de lencería”, puntualizó el edil.
Más allá de la buena voluntad de los organizadores y de apelar a las costumbres, el proyecto gestionado por Teresa Razzari, habilita la venta de cualquier artículo.
Las ferias de la ciudad funcionan de martes a domingos de 7 a 13 y van rotando los puntos de ventas por los distintos barrios. Además de frutas y verduras, se comercializan carnes, pescados y otro tipo de comestibles.
En tanto, ante la negativa de la mayoría, entre oficialistas y aliados, el concejal Oscar Negrelli presentó un proyecto de ordenanza con el fin de modificar el artículo 8 para especificar los productos autorizados para la venta callejera. La iniciativa se debe a “dar un instrumento normativo que regula el funcionamiento de las ferias francas es una excelente oportunidad para darles un encuadre respecto a los alcances de los rubros comerciales que dichas ferias abarcan, permitiendo atender la coexistencia con las ferias artesanales, la actividad comercial de los distintos barrios y la preservación de las condiciones de salubridad indispensables para la población” hizo notar el concejal y dijo que
“Las ferias deben recuperar el perfil de aquel espacio en el cual dos veces por semana los vecinos acudían a comprar los productos perecederos creándose un vínculo en el tiempo con el permisionario sin caer en la confusión de la venta de lo típicamente hecho por artesanos, los productos de dudoso origen y/o rubros que compitan deslealmente con el comerciante del barrio”
Por último, Negrelli solicitó derogar el Art. Nro. 9, remarcando que “este cuerpo – por el Concejo - no delegue más sus atribuciones al departamento ejecutivo bajo la falaz consigan de la lentitud de los órganos legislativos”.