por Teódulo Dominguez
El presupuesto participativo brasileño es una parodia de solución* El Ejecutivo y el Concejo deben aprobar presupuestos en serio y anuales para cada delegación* Hay que analizar la solución socialista en Rosario en cuanto a descentralización * Sin una estrategia integral, Bruera manotea improvisaciones* Tapados, hay decenas de proyectos vecinales que exigen análisis profundos y respuestas concretasCuando el intendente Pablo Bruera y el dirigente socialista Carlos Sortino anuncian un segundo ciclo del llamado “presupuesto participativo”, versión 2009, se escuchan y repiten fuertes cuestionamientos al proyecto oficial.Presentado como una idea brasileña, transplantada a la Argentina, y puesta en escena como la gran llave de la descentralización, la propuesta de Bruera se vende a la opinión pública como “la solución total”.
Empero es la parodia de la solución total. Es puro chiquitaje, votado como grandes obras. Ni siquiera soluciones parciales; tampoco son parches ni remiendos. Las ampulosas y proclamadas coreografías de las asambleas y los comicios no logran siquiera dar color a tanta solución menor. A propósito ¿quién se encarga de explicar, con detalles, en qué se invirtieron los 7 millones del aporte especial?La paupérrima experiencia dejó más preguntas que respuestasEstuvimos en la Casa del Pueblo, en La Plata, donde tiene su base el dirigente socialista. Nos hicimos anunciar, esperamos un rato largo y, como Sortino decidió que la espera del cronista la manejaba él, nos largamos.
Sin embargo, quedaron las preguntas en el cuaderno. Es interesante transcribirlas:1. El llamado “presupuesto participativo” ¿es la solución total o una pequeña parte a las carencias de los pueblos de las delegaciones de La Plata?2. Es decir, ¿habrá o no un presupuesto real para cada delegación y subdelegación, en el cual se consideren las distintas necesidades, más allá del tiempo que lleve solucionarlas y el dinero que exija la solución? 3. ¿Reemplaza el presupuesto participativo al presupuesto real?4. Ante la falta evidente de recursos ¿continuará el método de voto popular para elegir uno o dos proyectos, dentro de los 20 ó 30 eventuales de cada distrito?5. ¿Dará el Gobierno un detalle pormenorizado de cada proyecto y su estado actual, con sus costos en particular y en general, los nombres de empresas proveedoras y quiénes recibieron los bienes, para que el público pueda fiscalizar las obras votadas?6. ¿Dará el Gobierno un informe sobre el resto de las propuestas que no fueron favorecidas con la votación y se explicará qué destino se dará a cada solicitud? 7. Existen sospechas sobre manipulación de proyectos en las votaciones. Se dice que resultaron ganadores proyectos que interesaban directamente a algunos delegados y subdelegados. ¿Qué hay de cierto en estas sospechas? 8. A partir de ahora, ¿todos los pedidos de la población, tanto de solución en dinero o en gestión, deberán pasar por el tamiz del presupuesto participativo para aspirar a un principio de solución, o podrán gestionarse como siempre en cualquier momento y ante el organismo que corresponda? En otras palabras, si el problema de un barrio no es aprobado por las pocas o muchas personas que voten ¿no es considerado por el Gobierno para analizar su solución? ¿Es este el significado del slogan oficial “si el pueblo no decide, otros deciden por él”.Con estos “aportes” de 15 nuevos empleados, es negocio ahorrarse los delegadosUn análisis espontáneo de los proyectos que más votos obtuvieron en las asambleas vecinales, son evidencia suficiente para ver que las soluciones son muy menores, frente a las reales necesidades de cada localidad. En Villa Elisa, por ejemplo, con numerosas y graves exigencias siempre postergadas, el proyecto más votado fueron A) la compra de “elementos de defensa civil para la Delegación de Villa Elisa y B) reacondicionar las plazas Los zorzales, Las retamas y otras dos plazas más en otros sitios de la ciudad. En City Bell los dos primeros proyectos más votados fueron A) la construcción de un puente sobre el arroyo Martín y B) la colocación de juegos y bancos en la plaza y forestación en la plaza Tercera Edad.En Gonnet los proyectos más votados tienen que ver con el mejoramiento de varias calles.Para estas “grandes soluciones” ¿es necesario crear y sostener un aparato de 15 nuevos funcionarios y empleados, armar múltiples asambleas donde asiste muy poca gente y convalidad estos temas con el voto de menos del 10% del electorado ciudadano? La desmesurada desproporción entre lo aparatoso del método y los resultados obtenidos, debería hacer pensar a sus pontífices que el fracaso no puede ser más elocuente.En otras palabras, a la primera función no vino gente ni para llenar la primera fila: lo aconsejable es levantar la obra antes de abundar en más papelones. Cuando todavía queda mucho por responder de la palabra empeñada sobre estas “grandes “ soluciones, el Gobierno confiesa – con los resultados a la vista-, que sus delegados no sirven ni para resolver estas pequeñas cosas que han sido votadas como si fuera una final entre demócratas y republicanos. Reacondicionar plazas, colocar juegos, forestar un paseo, mejorar calles, es tarea diaria de las delegaciones y, en todo caso, de distintos departamentos de la municipalidad. Ni siquiera es labor de las secretarías del Ejecutivo. Si Bruera no cualifica a su tripulación, esta barcaza no llega ni a la mitad del ríoLo mejor que podría hacer el intendente y su gabinete es suspender esta parodia de presupuesto, esta mentira brasileña de “solución total”, y razonar una estrategia como las del gobierno socialista de Rosario, para crear condiciones en serio de solución comunal en los barrios del Gran La Plata.En principio, el Gobierno le debe a más de 300.000 habitantes un buen plan de descentralización para garantizar a la gente la solución rápida y contundente de distintas y antiguas falencias, invertir dinero y máquinas en puntos estratégicos de atención inmediata, y hacer gestiones ante otros poderes, sin invertir un peso, para dar respuestas a graves postergaciones de alto interés colectivo.Varias entidades en todo el Gran La Plata, intuimos, han hecho llegar a Alak y a Bruera importantes inquietudes que no han tenido la mínima respuesta en los últimos 17 años. Estas gestiones están durmiendo en varios estantes, otras fueron enviadas al Archivo por el Ejecutivo y el Concejo Deliberante.¿Quiere tomar el Gobierno una medida inteligente y, a la vez, productiva? Haga rescatar todas las ideas, entrégueselas a personal competente para su análisis, exija un primer informe de inmediato, otro a los 15 días y el final a 30. Establezca un orden de prioridades, invite a sus autores a actualizar sus petitorios, dé orden a las secretarías de sugerir soluciones importantes e invite a los dirigentes a acompañarlos ante otros poderes para lograr, con la gestión sin gastar un peso, el estudio y aprobación de los proyectos más urgentes y necesarios.Si por cada proyecto hace responsable a grupos muy competentes, es probable que el Gobierno exhiba varios frentes de ataque que avanzan al mismo tiempo. De esta forma, es probable conseguir que algunos proyectos estén funcionando a la brevedad y otros se encuentren en vías de aplicación.¿Para qué?Por lo de siempre: mejorar la calidad de vida de la gente, no de los funcionarios.
El presupuesto participativo brasileño es una parodia de solución* El Ejecutivo y el Concejo deben aprobar presupuestos en serio y anuales para cada delegación* Hay que analizar la solución socialista en Rosario en cuanto a descentralización * Sin una estrategia integral, Bruera manotea improvisaciones* Tapados, hay decenas de proyectos vecinales que exigen análisis profundos y respuestas concretasCuando el intendente Pablo Bruera y el dirigente socialista Carlos Sortino anuncian un segundo ciclo del llamado “presupuesto participativo”, versión 2009, se escuchan y repiten fuertes cuestionamientos al proyecto oficial.Presentado como una idea brasileña, transplantada a la Argentina, y puesta en escena como la gran llave de la descentralización, la propuesta de Bruera se vende a la opinión pública como “la solución total”.
Empero es la parodia de la solución total. Es puro chiquitaje, votado como grandes obras. Ni siquiera soluciones parciales; tampoco son parches ni remiendos. Las ampulosas y proclamadas coreografías de las asambleas y los comicios no logran siquiera dar color a tanta solución menor. A propósito ¿quién se encarga de explicar, con detalles, en qué se invirtieron los 7 millones del aporte especial?La paupérrima experiencia dejó más preguntas que respuestasEstuvimos en la Casa del Pueblo, en La Plata, donde tiene su base el dirigente socialista. Nos hicimos anunciar, esperamos un rato largo y, como Sortino decidió que la espera del cronista la manejaba él, nos largamos.
Sin embargo, quedaron las preguntas en el cuaderno. Es interesante transcribirlas:1. El llamado “presupuesto participativo” ¿es la solución total o una pequeña parte a las carencias de los pueblos de las delegaciones de La Plata?2. Es decir, ¿habrá o no un presupuesto real para cada delegación y subdelegación, en el cual se consideren las distintas necesidades, más allá del tiempo que lleve solucionarlas y el dinero que exija la solución? 3. ¿Reemplaza el presupuesto participativo al presupuesto real?4. Ante la falta evidente de recursos ¿continuará el método de voto popular para elegir uno o dos proyectos, dentro de los 20 ó 30 eventuales de cada distrito?5. ¿Dará el Gobierno un detalle pormenorizado de cada proyecto y su estado actual, con sus costos en particular y en general, los nombres de empresas proveedoras y quiénes recibieron los bienes, para que el público pueda fiscalizar las obras votadas?6. ¿Dará el Gobierno un informe sobre el resto de las propuestas que no fueron favorecidas con la votación y se explicará qué destino se dará a cada solicitud? 7. Existen sospechas sobre manipulación de proyectos en las votaciones. Se dice que resultaron ganadores proyectos que interesaban directamente a algunos delegados y subdelegados. ¿Qué hay de cierto en estas sospechas? 8. A partir de ahora, ¿todos los pedidos de la población, tanto de solución en dinero o en gestión, deberán pasar por el tamiz del presupuesto participativo para aspirar a un principio de solución, o podrán gestionarse como siempre en cualquier momento y ante el organismo que corresponda? En otras palabras, si el problema de un barrio no es aprobado por las pocas o muchas personas que voten ¿no es considerado por el Gobierno para analizar su solución? ¿Es este el significado del slogan oficial “si el pueblo no decide, otros deciden por él”.Con estos “aportes” de 15 nuevos empleados, es negocio ahorrarse los delegadosUn análisis espontáneo de los proyectos que más votos obtuvieron en las asambleas vecinales, son evidencia suficiente para ver que las soluciones son muy menores, frente a las reales necesidades de cada localidad. En Villa Elisa, por ejemplo, con numerosas y graves exigencias siempre postergadas, el proyecto más votado fueron A) la compra de “elementos de defensa civil para la Delegación de Villa Elisa y B) reacondicionar las plazas Los zorzales, Las retamas y otras dos plazas más en otros sitios de la ciudad. En City Bell los dos primeros proyectos más votados fueron A) la construcción de un puente sobre el arroyo Martín y B) la colocación de juegos y bancos en la plaza y forestación en la plaza Tercera Edad.En Gonnet los proyectos más votados tienen que ver con el mejoramiento de varias calles.Para estas “grandes soluciones” ¿es necesario crear y sostener un aparato de 15 nuevos funcionarios y empleados, armar múltiples asambleas donde asiste muy poca gente y convalidad estos temas con el voto de menos del 10% del electorado ciudadano? La desmesurada desproporción entre lo aparatoso del método y los resultados obtenidos, debería hacer pensar a sus pontífices que el fracaso no puede ser más elocuente.En otras palabras, a la primera función no vino gente ni para llenar la primera fila: lo aconsejable es levantar la obra antes de abundar en más papelones. Cuando todavía queda mucho por responder de la palabra empeñada sobre estas “grandes “ soluciones, el Gobierno confiesa – con los resultados a la vista-, que sus delegados no sirven ni para resolver estas pequeñas cosas que han sido votadas como si fuera una final entre demócratas y republicanos. Reacondicionar plazas, colocar juegos, forestar un paseo, mejorar calles, es tarea diaria de las delegaciones y, en todo caso, de distintos departamentos de la municipalidad. Ni siquiera es labor de las secretarías del Ejecutivo. Si Bruera no cualifica a su tripulación, esta barcaza no llega ni a la mitad del ríoLo mejor que podría hacer el intendente y su gabinete es suspender esta parodia de presupuesto, esta mentira brasileña de “solución total”, y razonar una estrategia como las del gobierno socialista de Rosario, para crear condiciones en serio de solución comunal en los barrios del Gran La Plata.En principio, el Gobierno le debe a más de 300.000 habitantes un buen plan de descentralización para garantizar a la gente la solución rápida y contundente de distintas y antiguas falencias, invertir dinero y máquinas en puntos estratégicos de atención inmediata, y hacer gestiones ante otros poderes, sin invertir un peso, para dar respuestas a graves postergaciones de alto interés colectivo.Varias entidades en todo el Gran La Plata, intuimos, han hecho llegar a Alak y a Bruera importantes inquietudes que no han tenido la mínima respuesta en los últimos 17 años. Estas gestiones están durmiendo en varios estantes, otras fueron enviadas al Archivo por el Ejecutivo y el Concejo Deliberante.¿Quiere tomar el Gobierno una medida inteligente y, a la vez, productiva? Haga rescatar todas las ideas, entrégueselas a personal competente para su análisis, exija un primer informe de inmediato, otro a los 15 días y el final a 30. Establezca un orden de prioridades, invite a sus autores a actualizar sus petitorios, dé orden a las secretarías de sugerir soluciones importantes e invite a los dirigentes a acompañarlos ante otros poderes para lograr, con la gestión sin gastar un peso, el estudio y aprobación de los proyectos más urgentes y necesarios.Si por cada proyecto hace responsable a grupos muy competentes, es probable que el Gobierno exhiba varios frentes de ataque que avanzan al mismo tiempo. De esta forma, es probable conseguir que algunos proyectos estén funcionando a la brevedad y otros se encuentren en vías de aplicación.¿Para qué?Por lo de siempre: mejorar la calidad de vida de la gente, no de los funcionarios.